¿Qué estudia el geofísico?
Los geofísicos son constantemente confundidos con los geólogos y aunque el nombre sea muy similar por el prefijo geo; tierra, ambas son carreras diferentes tanto en campo de estudio como en el ámbito laboral. A pesar de que se abordará el tema de los geólogos en otra publicación especializada, podemos decir que la forma más fácil de entender la diferencia entre ambas profesiones, es que el primero se enfoca en la física y el otro en base a la geología.
Incluso con esta diferencia etimológica y sencilla, para lograr ejercer como geofísico se puede optar por dos caminos, el primero es cursar una licenciatura en física y el segundo por una carrera en geología, ambos estudios le permitirán al estudiante especializarse posteriormente en esta profesión.
¿Qué estudia el geofísico?
El geofísico, como bien ya hemos mencionado, se encarga de estudiar a la tierra desde un enfoque físico, incluyendo la formación y localización de los recursos naturales, movimientos dentro del núcleo, dinámica gravitatoria, oceánica y atmosférica.
Su trabajo puede simplificarse en la utilización de métodos físicos para poder encontrar diversas estructuras y recursos que se encuentran bajo tierra.
Su principal aplicación se encuentra en la búsqueda, control y extracción de diversos recursos subterráneos como lo pueden ser el agua, gas y el petróleo, siendo este último el que mayor campo laboral le otorga al profesional.
Del mismo modo deben predecir por medio de su investigación la cantidad del recurso encontrado para determinar si la extracción resulta o no rentable para la empresa.
El geofísico también puede ejercer en el campo de la investigación realizando diversos aportes de las variaciones de la gravedad y el campo magnético terrestre, pueden estudiar diversas rocas así como sus respectivas formaciones.
Sus estudios les permiten investigar posibles deslizamientos de tierra previniendo terremotos y avalanchas e incluso pueden dedicarse a la exploración de terrenos tendiendo en cuenta las condiciones físicas como el suelo y rocas, siendo importantes para la cartografía de nuevos terrenos subterráneos a descubrir.