¿Qué estudia el entomólogo?
Los entomólogos son personas incomprendidas, su profesión y mayor pasión resulta a la vista de muchas personas, una completa y desquiciada locura, el hecho es que su labor resulta por demás interesante, ya que puede ejercer sus conocimientos en la entomología en una variedad considerable de sectores como; económico, salud, agrícola, investigativo e incluso forense. Se podría considerar la especialidad más complicada de la zoología.
Dicha dificultad es a causa de las increíbles variaciones que pueden poseer los individuos pertenecientes a este grupo de estudio. Su origen se remonta desde la aparición de la agricultura, observando si se podía proteger los cultivos o aprovechar el uso de insectos como fuente de alimento, aunque la ciencia empezó a cobrar forma por el trabajo de Darwin, Nabokov y otros entomólogos que establecieron los principios de un estudio formalizado.
¿Qué estudia el entomólogo?
El entomólogo se encarga de estudiar todo lo que se encuentra relacionado con los insectos, esto puede llegar a abarcar desde su morfología, biología, fisiología y bioquímica hasta la interacción que presentan en sus respectivos hábitat, pasando por los factores que se deben tener en cuenta para la clasificación taxonómica de los mismos.
Se hizo mención como una de las especialidades de zoología más complicadas y esto se debe a que el grupo de los insectos por sí mismos equivalen a más del 58% de la especies de seres vivos descubiertos en la actualidad. Su éxito evolutivo es incomparable, dominando casi todos los ecosistemas y con adaptaciones increíbles para cada entorno.
Un ejemplo notable de esta dificultad aplicada se encuentra en los estudios universitarios del entomólogo, el cual para ejercer su profesión debe; graduarse como licenciado en biología mención zoología o en su defecto realizar un postgrado en zoología para posteriormente realizar una especialización en la entomología.
El trabajo de un entomólogo puede ser enfocado a un nivel de investigación científica a fin de identificar y clasificar las especies nuevas que se presenten o de continuar añadiendo información a los grupos que se encuentren bajo su estudio.
Pero también puede aplicarse en sectores económicos y agrícolas ayudando a controlar las plagas o producir granjas de insectos que puedan resultar útiles para el mercado, siendo el ejemplo más común; las abejas.